Las emociones se nos presentan en forma compleja, y como un tema sin tratamiento en la docencia. Sabemos que es imprescindible el logro de un autocontrol emocional ¿En qué técnicas nos podemos apoyar? ¿Cuál es el valor de la educación emocional del docente?
La complejidad de las
emociones
Algunos autores han defendido la existencia de cierto número
de emociones básicas agrupadas en pares de opuestos, tales como amor-odio,
alegría-tristeza, miedo-ira, agradable-desagradable, etc; el primero que
destacó esta perspectiva fue Wilhelm Wundt. Se mencionan algunas de ellas:
• El miedo. Anticipación de una amenaza o peligro que
produce ansiedad, incertidumbre, inseguridad, es un sistema de alarma que
prepara al cuerpo para huir del peligro.
• La
sorpresa. Sobresalto, asombro, desconcierto.
Es transitoria. Puede dar una aproximación cognitiva para
saber qué pasa.
• La
aversión. Disgusto, asco, lo cual hace que uno se aleje del
objeto que produce aversión.
• La
ira. Rabia, enojo, resentimiento, furia, irritabilidad.
• La
tristeza. Pena, soledad, pesimismo.
• La
alegría. Diversión, euforia, gratificación, contento, brinda
una sensación de bienestar, de seguridad.
Un nivel moderado de activación emocional aumenta la
motivación personal, tiene un beneficioso efecto para afrontar los pequeños o
grandes retos que se presentan en la vida diaria y predispone para un mejor
rendimiento en el mundo laboral, en la medida adecuada las emociones resultan
beneficiosas para el equilibrio de una persona.
Cabe reflexionar sobre algunos pensamientos distorsionados
que afectan las emociones del profesor, tales como: falta de autovaloración,
falta de aceptación del cuerpo, inseguridad, falta de aceptación de la
realidad, vivir en pasado o futuro, necesidad de aprobación, culpabilidad,
perfeccionismo, preocupación, entre otros.
De los citados, quizás lo que más preocupa y afecta al
docente es el perfeccionismo, cuando se pregunta
¿Por qué debo hacer todo bien?
¿Quién está anotando mis errores o debilidades?
¿Continuaré en esta institución si no me ven perfecto?
A veces, resulta paralizante la búsqueda constante del éxito
en todo lo que se hace. La misma ansiedad que da plantearse hacer las cosas a
la perfección, conduce, muchas veces, a hacerlas peor, ya que la ansiedad
impide pensar con claridad.
Puede haber ocasiones en las que según sus propias reglas el
docente fracase en algo. Pero ese fracaso puede ser productivo, puede servir de
incentivo al trabajo, superando obstáculos. Lo importante es no equiparar el
acto, a su valor como persona.
También inciden en el docente los prejuicios, que se basa no
tanto en lo que uno detesta o en lo que desagrada, sino en el hecho de que es
más fácil y más seguro quedarse con lo conocido. Esto trabaja en contra del profesor
ya que evita que exploren lo desconocido.
Al ser espontáneos, se elimina los prejuicios y se permite
conocer y tratar con la gente e ideas nuevas. Los docentes pueden decidir vivir
cada día de una manera diferente, siendo espontáneos y vitales o pueden temer a
lo desconocido y quedarse igual siendo los mismos de siempre. Lo opuesto al
crecimiento es la igualdad o monotonía. Son los docentes los que eligen qué
desean para su vida profesional, buscar sus propios cambios emocionales;
sustentar su autoestima en sus valores personales y profesionales; estimular
nuevos contactos y experiencias con la interacción con otros colegas que
denotan emociones equilibradas.
Se debe verbalizar lo positivo y buscar cambiar lo negativo.
El docente debe fijarse metas que logren la adquisición de nuevas habilidades y
conductas, ya que escucha demasiados “debes” o “deberías” a lo largo de su
carrera y en sus actividades; eso genera temor a defraudar y genera inquietud,
lo importante es que manifieste sus emociones de una manera correcta, serena y
confiada.
Hacer lo que uno quiere es libertad, siempre y cuando no se
atente contra la libertad del otro. Es importante recordar que la idea es
decidir por uno mismo, no influenciados por los demás, y uno puede equivocarse
en esa elección, pero si se busca lo mejor para los alumnos y la gestión, los
errores ayudan a crecer como profesionales y como personas.
Un buen docente es el que promueve el progreso de los
estudiantes en una amplia gama de logros intelectuales, sociales, morales y
emocionales; al mismo tiempo que ayuda a mejorar su propia educación emocional
y la evidencia en el aula.
Algunas técnicas para
lograr el autocontrol emocional
Pueden haber una gran variedad de técnicas para coadyuvar al
logro del preciado autocontrol emocional, en este apartado, solo se mencionan
algunas ideas básicas tales como la relajación, la reestructuración cognitiva,
el refuerzo, la detención del pensamiento, el entrenamiento asertivo, las
técnicas de afrontamiento, la visualización.
Según Albert Ellis, hay juicios racionales específicos, que
pudieran ayudar en este proceso.
1.- No es una necesidad esencial para un adulto poder contar
con el amor y la aprobación de todas las personas que para él son importantes.
2.- Sería conveniente no valorarse a sí mismo sobre la base
de la suficiencia, las actitudes y los logros externos.
3.- No hay que acusar o castigar a otros ni a uno mismo por
actos que se cometan tanto sea por ignorancia, trastornos emocionales o por lo
que sea.
Sí, aplicar medidas de protección para corregir esos errores
y que no se repitan en el futuro y que ese ser humano se convierta en alguien
que puede vivir en sociedad.
4.- Habría que tratar de no interpretar como una catástrofe
toda situación que no se presente como uno querría.
5.- Casi ningún caso de desdicha se debe a hechos externos,
sino a los pensamientos internos (lo que no se dice).
6.- Con sólo preocuparse por peligros en acecho y meditar
sobre la posibilidad de que se produzcan hechos temidos no se evitan las
situaciones desagradables.
7.- La actitud constante de elegir siempre el camino fácil,
evitando dificultades y responsabilidades, suele llevar a la indolencia, a los
temores y al aburrimiento.
No ser demasiado exigentes consigo mismos ni demasiado poco
exigentes. Buscar el equilibrio.
8.- Toda persona tendría que tratar de adquirir un grado de
independencia saludable, en lugar de apoyarse en y/o depender de otra persona
más fuerte que uno mismo. La meta de la independencia total es irrealista e
indeseable. Es irrealizable en la sociedad ya que uno es en cierta medida,
interdependiente. Pero se hace la diferencia con la dependencia parasitaria y
las pautas racionales de compañerismo, amistad y cooperación.
9 .Inevitablemente, la historia pasada de un individuo ha ejercido
influencias sobre su conducta presente, lo cual no implica que tenga que seguir
dirigiéndola, ni afectándola.
10.- De nada sirve preocuparse por los problemas y
trastornos ajenos. No hay que confundir el deseo de brindar asesoramiento y
ayuda a los demás, con la tendencia a preocuparse excesivamente por ellos.
11.- Quien se pone como meta la perfección o el control
absoluto de las exigencias de la vida suele sumergirse en el pánico y la ineficiencia. Errar
es humano ya que el hombre es un ser falible. No se deben esperar soluciones
perfectas, que tal vez ni siquiera existan.
Calidad de relación
alumno-docente
Se refiere al estilo de comunicación, al vínculo que
sostienen el docente y el alumno, enlazado a los sentimientos y a las
actividades realizadas en el contexto educativo institucional, y que se espera
tienda a la calidad.
El docente debe constituirse en motivador de su alumno, con
las situaciones que crea, para lograr su participación activa en el proceso de
aprendizaje que se estructura como un continuo. En la vida de relación el
alumno se debe integrar al otro (docente), a quien puede ver como modelo,
objeto auxiliar o adversario. Las relaciones de los adolescentes con sus
padres, hermanos, maestros, son fenómenos sociales que pueden favorecer o
perjudicar los procesos de enseñanza-aprendizaje; es por eso que la relación
docente-alumno debe poseer calidad y buen manejo de las emociones.
En todas esas interacciones se evidencia el estilo de
relación pedagógica, que es único y responde a concreciones espacio-temporales
que determinan la cultura.
Se espera que los docentes sean personas mentalmente sanas y
emocionalmente equilibradas para lograr en sus clases un clima acogedor,
seguro, distendido y afectuoso; así como un estudiante interesado en su
formación, respetuoso con sus docentes y sus pares.
Sin embargo, no se puede ignorar que los mismos poseen su
propia historia personal, familiar, escolar y laboral; además de soportar un
sinnúmero de situaciones ingratas, pero deben ser capaces de afrontar la
realidad de una manera constructiva, y sobrellevar o superar las tensiones y
ansiedades, dando así salida a la hostilidad o maltrato, con fines creativos y
constructivos, a fin de hallar mayor satisfacción en las relaciones
interpersonales y académicas, sin olvidar que esta calidad de relación es un
factor preponderante para la interacción docente-alumno.
Será conveniente en alto grado que el docente que anhele
actitudes emocionales armónicas recurra a su voluntad, y así venza los
obstáculos que se le presenten.
Al decir de Chalita, los desafíos están puestos para que el
ser humano nunca se canse de lo que hace. Es triste la educación que no prepara
para el sueño.
En síntesis
La educación emocional del docente puede determinar en
alguna medida el éxito o el fracaso de los estudiantes, tanto en el proceso de
enseñanza aprendizaje como en las relaciones interpersonales. Las emociones no
han tenido un reconocimiento en la civilización industrial, occidental y
moderna, según Cases, porque, tradicionalmente, han sido vistas como algo que
se debe “superar”. Las virtudes humanas se han descrito siempre en términos de
control y estabilidad. La razón ha impuesto su reino del progreso y las
emociones han sido vistas, cada vez más, como reminiscencias de los antepasados
filogenéticos, la expresión emocional ha sido, a menudo, interpretada como
signo de debilidad y de descontrol.
La escuela como instrumento esencial para inculcar los
valores imperantes a nivel social, ha fomentado esta racionalidad y ha
desatendido el elemento afectivo, transmite conocimientos, pero ha fracasado
totalmente en el plano emocional. Quizá por ello se observa con mayor
frecuencia en los alumnos diversos tipos de indisciplina, violencia escolar,
falta de respeto a la autoridad, entre otros.
La desatención social, en general, de la emoción, ha
deshabilitado la construcción de personas maduras, porque con demasiada
frecuencia uno se ve obligado a enfrentarse a los retos del vivir con recursos
emocionales prehistóricos. Se ha crecido extraordinariamente en el aspecto
racional y se ha olvidado de desarrollar la emoción. A veces
sorprende la poca habilidad social que determinados intelectuales demuestran
para poder mantener relaciones llanas y placenteras, desde ir a bailar, tocar
un instrumento musical, o cantar con los amigos, que si bien se habla de
inteligencias múltiples, y cada uno tiene su habilidad, mantener buenas
relaciones interpersonales se torna aún más positivo.
Desde el punto de vista de los profesores, no se puede
olvidar que en muchos países la docencia es una de las profesiones más
estresantes, con mayor índice de enfermedades. Si los estudiantes pasan por
periodos de frustración y tensión, también los profesores pueden estar
expuestos a ella. Conviene tener la suficiente agudeza sensorial para notar las
reacciones emotivas de los demás.
A pesar de su importancia, la educación emocional no tiene
aún la debida importancia en el sistema educativo, sin embargo reconocerla, ya
es un gran paso para iniciar acciones tendientes a remediarlo.
Extraído de
Revista internacional de audición y lenguaje, logopedia,
apoyo a la integración y multiculturalidad. Volumen 2, Número 3, Marzo 2013,
ISSN: 2174-6087
RIALAIM
Educación emocional de los docentes.
Autora Salvadora Giménez Universidad Nacional de Asunción
(Paraguay) Facultad de Filosofía
1 comentario:
. COMO DESARROLLAR INTELIGENCIA ESPIRITUAL
EN LA CONDUCCION DIARIA
Cada señalización luminosa es un acto de conciencia
Ejemplo:
Ceder el paso a un peatón.
Ceder el paso a un vehículo en su incorporación.
Poner un intermitente
Cada vez que cedes el paso a un peatón
o persona en la conducción estas haciendo un acto de conciencia.
Imagina los que te pierdes en cada trayecto del día.
Trabaja tu inteligencia para desarrollar conciencia.
Atentamente:
Joaquin Gorreta 55 años
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