domingo, 12 de octubre de 2008

Sugerencias de medidas a tomar

A principios del año 2008 los integrantes docentes del Consejo Provincial de Educación, presentaron a las autoridades del Ministerio de Educación, una batería de 39 propuestas de medidas a tomar.

El Consejo Provincial de Educación y de acuerdo con la ley que posibilitó su creación, es el “…órgano encargado de dar operatividad efectiva a los lineamientos constitucionales establecidos en el capítulo III de la constitución de la provincia de San Luis…”Entre las funciones previstas del Consejo, se encuentra:“Participar y consensuar en las políticas educativas a implementar, seguir y evaluar las acciones previstas en las mismas”.
Nuestra intención es poner en discusión en todos los ámbitos, una serie de medidas, que consideramos necesarias para lograr cumplir con los lineamientos constitucionales y una mejor escuela para todos.A continuación presentamos los enunciados, con su correspondiente numeración:
I. Completar adecuadamente la dotación de Supervisores.
El rol del supervisor es insustituible en cuanto aporta su mirada externa en el proceso de evaluación para una mejoría institucional. Por lo tanto es necesario lograr que cada uno de ellos se ocupe de cuatro o cinco establecimientos. Sin supervisores no existe un sistema educativo como tal, y las escuelas no pueden salir de sus cuatro paredes.
II. Tomar acciones directas para disminuir el “malestar docente”.
Primero es necesario admitir la existencia de ciertas cuestiones objetivas que llevan a un malestar docente generalizado y que puede derivar en situaciones patológicas, ausentismo etc. Por lo tanto se deben promover en los establecimientos conductas que se aparten de la circularidad que lleva al fracaso.
III. Garantizar una retribución justa y digna a los docentes.
Se debe asegurar a los docentes sus derechos a optar por las 40 hs cátedra o doble cargo, sin que eso le signifique una quita a sus haberes, y respetar las bonificaciones por antigüedad y zonas desfavorables logradas.
IV. Completar la dotación de las plantas funcionales de las escuelas.
Se trata en especial de evitar pérdidas de clases a los alumnos y de no tener en las escuelas personal laboralmente precarizado.
V. Llamado a concurso para cubrir cargos jerárquicos.
Los mecanismos que ponen en funcionamiento los llamados a cubrir cargos vacantes de supervisor y de directivos deben ser puestos en marcha con la mayor celeridad posible.
VI. Garantizar para todas las escuelas, un mínimo de 180 días anuales de clases.
El nivel central de conducción debe velar por este derecho de los alumnos, que es el primer paso para mejorar la calidad educativa. Esto está íntimamente relacionado con los puntos anteriores y la falta de designaciones que hacen perder días de clase.
VII. Reorganizar el sistema de estadísticas educativas.
Es muy importante contar con un sistema capaz de orientar a todos los integrantes en la búsqueda de la mejoría de las instituciones escolares.
VIII. Poner en funcionamiento efectivo los Organismos establecidos por ley.
Organismos como la Junta de Disciplina y la Comisión de Estudio de Títulos deben ser puestos en funcionamiento.Instalar en la sociedad la temática educativa.
IX. Planificar y publicitar políticas educativas para el logro de una mayor equidad.
La falta de equidad del sistema es tal vez el principal desafío a asumir, y para lograr éxitos en el camino se hace imprescindible la participación de la comunidad toda.
X. Promocionar temas relativos al “currículum del hogar”.
Se debe poner en discusión temas como la importancia de los hábitos de lectura y de estudio, la influencia de la televisión y de los liderazgos parentales.A partir de eso, siendo la familia un importante agente educativo, será posible distribuir los bienes culturales con mayor equidad.
XI. Dar mayor difusión generalización e importancia a los programas de lectura.
Resulta claro que para conseguir escuelas de calidad, una de las condiciones necesaria es la de una ciudadanía con hábitos de lectura, implementando proyectos que sean evaluados y publicados..
XII. Impulsar el involucramiento familiar en la escuela.Es de vital importancia renovar la alianza escuela-familia para democratizar las instituciones escolares, y que, con el aporte de las familias, se pueda continuar por el camino de la búsqueda de mejorías. Si bien es cierto que “con los padres es difícil”, no menos lo es que “sin los padres es imposible”.
XIII. Evaluar los programas educativos en forma transparente.
Los programas educativos constituyen una herramienta para otorgar a cada institución educativa los elementos necesarios para lograr avances. Muchos programas han sido aplicados en la provincia, y es necesaria una evaluación abierta de los mismos, con miras a futuras aplicaciones.
Aumentar el nivel de calidad y equidad.
XIV. Promover la discusión y aplicación de Proyectos Educativos Institucionales.
Así como no hay vientos favorables para un barco sin rumbo fijo, una escuela que no tenga clara y democráticamente establecidas sus metas, no podrá aprovechar sus potencialidades. El PEI es un instrumento que permite desarrollar coherencia y dar sentido a las acciones de todos los días. Donde se sienta involucrada toda la comunidad educativa.
XV. Mejorar la capacidad de poner en juego autoevaluaciones institucionales.
Es imprescindible estimular la autoevaluación de las escuelas, utilizando todos los medios al alcance, en especial a través de la acción del cuerpo de supervisores, quienes generarán estos procesos . Cabe aclarar que toda evaluación no debe buscar acreditaciones o sanciones, sino que es un camino de búsqueda de mejoras. Eso significa realmente “calidad educativa”, o sea el camino hacia el propio perfeccionamiento.
XVI. Encauzar dentro del sistema estatal a las escuelas autogestionadas y desconcentradas.
Proponemos dar por finalizada una experiencia, propia de los años 90, que a la par de no haber ofrecido resultados positivos, es un elemento fraccionador del sistema educativo.
XVII. Inmediata conformación de los CETAAP, en toda la provincia.
Las escuelas deben contar con centros especializados para asistir a las distintas problemáticas que se presentan.
XVIII. Reorganizar los lineamientos curriculares específicos.
A la par de tender hacia una mayor equidad del sistema, esta reorganización permitiría una más fácil adaptación de los alumnos que se trasladan de una institución a otra.
XIX. Propender a la profesionalización docente, evitando falsas competencias.
En este caso, sin olvidar otros significados del término “profesionalización”, es necesario proveer a los docentes del acceso al conocimiento científico necesario para su labor, en forma gratuita y en servicio, desestimando aquellas “capacitaciones” que sólo sirven para que el docente entre en competencia por un determinado puntaje.
XX. Dotar de doble escolaridad a las escuelas de riesgo.
El sistema de doble escolaridad ha probado su utilidad en los casos de alumnado con riesgo de fracaso escolar, ya que entre otras cosas permite la formación de hábitos favorables al aprendizaje.
XXI. Proveer de material educativo a los alumnos en riesgo.Consideramos necesario organizar, el préstamo del material bibliográfico a usar por parte del alumno, y en aquellas instituciones que cuenten con biblioteca, nombrar al correspondiente bibliotecario..
XXII. Mejorar el nivel de comunicación inter institucional y con los distintos niveles de conducción.
Se trata de sacar mayor provecho a los medios de comunicación ya existentes en los establecimientos, en especial los relacionados con Internet.
XXIII. Establecer planes integrales para la repitencia y la sobreedad.
La repitencia y la sobreedad son dos manifestaciones claras del mayor desafío de nuestro sistema educativo, la falta de equidad. Para lograr mejorías en este rubro es de gran utilidad instalar planes y programas especiales en las escuelas que tengan mayor cantidad de alumnos en esas condiciones, para que el mismo sea efectivo.
XXIV. Restablecer las escuelas para adultos.
Los alumnos de mayor edad que no han terminado la escolarización obligatoria tienen necesidades especiales, que pueden ser atendidas con mayor eficiencia por instituciones educativas para tal fin.
Democratización del sistema.
XXV. Fortalecer las organizaciones estudiantiles desde la escuela primaria.
Esto, además de poner en práctica un sistema democrático, ayuda a los alumnos a acceder a mayores niveles de compromiso con su propia formación.
XXVI. Estimular la organización de los padres de los alumnos en pro de mejorías institucionales.
La presencia de los padres no debe ser motivo de mayores confrontaciones, sino una oportunidad para mejorar la tarea que tenemos en común, la preparación de los hijos/alumnos.
XXVII. Transparentar las acciones de políticas educativas.
Es necesario que la ciudadanía, en especial las personas relacionadas con las escuelas, sepan como se toman las decisiones y quienes lo hacen, además de conocer cuales son los recursos económicos que se utilizan.
XXVIII. El Consejo de Educación como instrumento de participación.
El consejo como instrumento de participación, debe constituirse en un garante de la transparencia en la toma de decisiones de las políticas educativas, con dedicación exclusiva de todos sus integrantes.
XXIX. Fomentar la participación democrática en las Instituciones Escolares.
Vivir en democracia requiere un aprendizaje, y este no es posible hacerlo en forma abstracta, es la vivencia concreta la que permite formar ciudadanos responsables, conscientes de sus derechos y obligaciones, y conocedores de los principios republicanos.
XXX. Actualizar la normativa escolar, en especial lo referente al Reglamento General de Escuelas.
Las instituciones escolares, y todos sus integrantes, ya sean docentes, alumnos o familiares, deben contar con una normativa moderna, al servicio de la obtención de mejoras institucionales.
XXXI. Llamar al tratamiento de los temas educativos a todos los sectores con miras a actualizar la legislación.
La ley Provincial de Educación y el Estatuto del Docente deben ser actualizados para adecuarse a lo establecido en el orden nacional, y como afectan a variados intereses debe hacerse un amplio llamado para su tratamiento.
Capacitar para el trabajo.
XXXII. Recrear las escuelas técnicas.
Las necesidades de la economía hacen imprescindible la reapertura de las escuelas técnicas para cubrir el vacío existente.
XXXIII. Estimular la educación no formal.
La Educación no formal en sus más variadas facetas, apuntan al desarrollo de la solidaridad y a la inclusión de los sectores que más lo necesitan.Aportar a la consolidación de la identidad nacional y provincial.
XXXIV. Promover en las escuelas el tratamiento de las problemáticas derivadas de la globalización.
El siglo XXI trae consigo desafíos que amenazan con hacer desaparecer la identidad provincial y la nacional. La escuela debe ofrecerse como un muro de contención para la protección de los aspectos positivos de nuestra cultura.
XXXV. Estimular la discusión de los desafíos que presenta el S XXI a nuestra provincia.
Son muchos los desafíos que la época le impone a nuestra provincia, y que la ciudadanía en su totalidad debe asumir como propios, entre ellos está el imaginar una escuela que ayude a formar una sociedad más justa.Promover la colaboración con otros estamentos gubernamentales.
XXXVI. Trabajar en forma integrada con otros Ministerios sobre problemáticas comunes, en especial con los responsables del Plan de Inclusión Social y Seguridad Comunitaria, a los efectos de tratar la problemática en común.Existe diversidad de temas en común, en el área de seguridad , salud, y problemáticas como la deserción escolar, el ausentismo entre los alumnos, el acompañamiento parental en las actividades escolares etc.
XXXVII. Poner en funcionamiento escuelas hospitalarias y domiciliarias.
Se trata de cumplir con necesidades sociales, por un lado con los niños que por un tratamiento médico están imposibilitados de asistir a la escuela. Eliminar de la provincia el analfabetismo.
XXXVIII. Promover la coordinación de esfuerzos para conseguir una provincia libre de analfabetismo.
No debemos permitir ni un minuto más la existencia de analfabetos en la provincia, y la solidaridad social es un camino para conseguir ese logro.
XXXIX. Poner en movimiento recursos existentes como el “Plan Nacional de Alfabetización” y el “Yo si puedo”. Existen a nuestra disposición, recursos de probada eficacia, los cuales deben ser nuestras armas en la lucha para erradicar el analfabetismo, esto sumado a las propuestas provinciales.

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