viernes, 14 de enero de 2011

La escuela que necesitamos para la segunda década del S XXI

La escuela debe cambiar. En esto parece haber unanimidad. Pero ¿Cómo? ¿Para qué? Y además ¿A quién le importa la Educación? Todos declaman, pero…

Se anuncia que habrá 190 días de clase en el 2011, pero en el año anterior, en San Luis, Argentina, un alumno del secundario, en promedio recibió menos de 100 días en el 2010 (me refiero a las clases que efectivamente asistió). A nadie le llama la atención, tal vez porque “pasó el año”, no importa como.

Traigo entonces, unas frases de Pablo Gentili, que describen el panorama:
La educación no es, ni nunca ha sido una, “meta social” en América Latina …
creo que afirmar que, en nuestra región, hay un “consenso” acerca de las virtudes y de los beneficios que ofrece la educación y, como si esto fuera poco, que dicho “consenso” tiene los atributos de ser “generalizado” no es más que una bondadosa expresión de deseos que, ésta sí, parece estar en contradicción con la realidad social latinoamericana. Dicho en otros términos, lo que parece contraponerse a la realidad latinoamericana no es que haya un desajuste entre el noble deseo de que todos los jóvenes frecuenten las escuelas y la persistencia de factores que los alejan de ellas; sino, más bien, la idea de que, en nuestros países, todos compartimos esta justa aspiración democrática…
La educación no “interesa” a todos de la misma forma. Y ese es el problema. Ponernos de acuerdo será una cuestión de fuerza, de poder. El resto, es mera ilusión

En este marco, para que tengamos una mejor convivencia democrática y educación para las nuevas generaciones ¿Qué escuela necesitamos? O mejor dicho ¿Por qué escuela tenemos que luchar? Esta provincia se caracteriza por la desigualdad de la distribución en los bienes económicos y culturales y su afán conservador lleva a que aparezcan como invisibles muchos fenómenos.

Empezando de afuera hacia adentro, necesitamos otro contexto para las escuelas, donde se de más importancia a los aprendizajes. No estoy de acuerdo con los que dicen que estamos en una “Sociedad del conocimiento”, pero si con la idea que buena parte del “sentido común”, puede elaborarse en las escuelas.

Las escuelas deben ser abiertas, con capacidad de aceptar la participación de todos los miembros de la comunidad, cada cual cumpliendo el rol que le corresponde. Debe tener docentes con reconocimiento social, que se desempeñen en un ambiente con la menor dosis de estrés y donde la violencia tienda a desaparecer.

La escuela debe ser fundamentalmente alfabetizadora, atendiendo a las múltiples variantes que la época exige. Alfabetizar no significa recurrir a lo elemental, rudimentario, sino, como Paulo Freire dice:
Mi visión de la alfabetización va más allá del ba, be, bi, bo, bu. Porque implica una comprensión crítica de la realidad social, política y económica en la que está el alfabetizado

Es necesario entonces, hablar de alfabetización política, audiovisual y cientiífica.

Alfabetización política
En toda sociedad democrática se necesita la participación activa de los miembros de la comunidad, si no se consigue esto, se deteriora profundamente la calidad de la democracia, y como dice Bretch:
"El peor analfabeto es el analfabeto político. No oye, no habla, no participa de los acontecimientos políticos. No sabe que el costo de la vida, el precio de los garbanzos, del pan, de la harina, del vestido, del zapato y de los remedios, dependen de decisiones políticas. El analfabeto político es tan burro que se enorgullece y ensancha el pecho diciendo que odia la política. No sabe que de su ignorancia política nace la prostituta, el menor abandonado y el peor de todos los bandidos que es el político corrupto, mequetrefe y lacayo de las empresas nacionales y multinacionales".

Entonces, la escuela debe promover todo tipo de participación y compromiso, debiendo ser esta alfabetización, un contenido transversal, y como afirma M R Torres:
La participación, para convertirse en instrumento de desarrollo, empoderamiento y equidad social, debe ser significativa y auténtica, involucrar a todos los actores, diferenciando pero sincronizando sus roles, y darse en los diversos ámbitos y dimensiones de lo educativo: desde el aula de clase hasta la política educativa, dentro de la educación escolar y también de la extra-escolar, en los aspectos administrativos y también en los relacionados con la enseñanza y el aprendizaje, a nivel local así como a nivel nacional y global. Esto implica el estudio, la definición y puesta en marcha de una estrategia de participación social imbricada dentro de la propia política educativa…

Alfabetización audiovisual
Vivimos en un “mundo audiovisual”, permanentemente nos bombardean consignas, que provocan necesidades que antes no existían. Una sofisticada ingeniería de la propaganda nos hace carne de intereses de los dueños de las cosas. Como afirma Aquilina Fueyo Gutiérrez
Los medios audiovisuales configuran, en buena parte, la cultura en el momento actual. La explosión de la información, la saturación de medios, su acceso a los dominios privados de las personas, la publicidad articulando las esferas mediáticas y del consumo, etc. constituyen un flujo de significadores que llueven sobre niños, jóvenes y adultos… generan una “pedagogía cultural” que es más significativa y mucho más eficaz que la que se desarrolla en los contextos educativos tradicionales…
El currículum escolar ha dejado de monopolizar la función de transmisión cultural que tuvo en el sistema escolar. La escuela se ve de este modo, relegada a la función de custodia que todavía sigue siendo importante, pero los saberes socialmente relevantes como los idiomas modernos, la formación informática, la divulgación científica, etc. se adquieren en muchos casos fuera del currículum académico y en clara competencia con él.

Vemos que en los medios se libra la gran batalla por establecer los conceptos socialmente dominantes. Permanentemente somos objeto de “campañas de prensa”, bombardeados por mensajes que nos llevan a actuar de una determinada manera, y a naturalizar conductas, que no siempre se condicen con nuestros intereses.

Lo cierto es que, en una sociedad con opresores y oprimidos, los mecanismos sobre los cuales se asienta esta relación están ahora en el campo cultural, y no sobre el cuerpo humano. Frente a las profundas desigualdades, se trata que sean aceptadas mediante acciones sobre la cultura, sin llegar a la violencia física.

Alfabetización audiovisual crítica: una alternativa al poder del currículum cultural de los medios
Siguiendo con Aquilina Fueyo Gutiérrez
Una comprensión crítica de la cultura de los medios requiere que los estudiantes desarrollen la capacidad para interpretar los significados de los medios y que comprendan de qué manera consumen y se implican afectivamente con ellos. El trabajo en esta dirección serviría para estimular el pensamiento y la autonomía crítica mediante el autoanálisis, al facilitar que los estudiantes tengan la posibilidad de darse cuenta de que las decisiones que toman no siempre son libres y racionales, sino que la mayor parte de las veces están codificadas y registradas por compromisos emocionales previos relacionados con la producción de deseo.

Propone como trabajo en las escuelas:
a) La producción de mensajes audiovisuales alternativos por parte de los jóvenes.
Otro de los ejes de cualquier proceso de alfabetización audiovisual debe ser el desarrollo de actividades mediante las que los estudiantes elaboren informaciones con medios de comunicación. Estas informaciones deberían ir encaminadas a la creación de “contranarrativas” que rescaten lo silenciado y pongan de manifiesto lo estereotipado, deformado y simplificado en los “textos” de los medios.

b) El papel de los textos que circulan por los nuevos medios. La alfabetización para la lectura crítica en Internet.
Las representaciones audiovisuales que se distribuyen a través de Internet son un punto de referencia importante en la alfabetización, tanto porque Internet se está empezando a configurar como un medio de difusión masiva, como por su papel de medio que aún ofrece espacio para crear ciertas representaciones alternativas.

La alfabetización científica
La disponibilidad cada vez mayor de información sobre todo lo que nos rodea generó una tendencia en el mundo que ya plantea que la educación científica es un nuevo derecho social.

"La alfabetización del siglo XXI incluye ciencia y tecnología, y no estamos hablando de la educación para seguir carreras científicas, sino de la alfabetización básica de todo ciudadano para entender ciencia y tecnología. Esa es la entrada al futuro", dice Nora Sabelli.

Es necesario conocer cómo funcionan las ciencias, sus métodos y limitaciones, y reconocer las seudo ciencias y todo tipo de pensamiento mágico. Vivimos rodeados de productos de las ciencias y tecnologías. La biología que tengo que conocer es la que necesito para hacerle preguntas a mi médico. La física que necesito saber es la que me sirve para hablar con el mecánico de mi auto.

Añade Sabelli: “Para lograrlo, no basta con entregarles computadoras a los alumnos. Es necesaria también una preparación docente, que no esté separada de la universidad, y orientada a ayudar al alumno a analizar un problema y hallar la solución. Todo junto con un plan piloto previo a la implementación del programa educativo final”.

Resumen
Los cambios señalados en esta primera parte, ayudarán a los habitantes para una mejor convivencia social. La responsabilidad del proceso cae en la sociedad toda, que debe asumir la importancia de la educación, debe evaluar y controlar las políticas educativas, y ser parte de cada una de las escuelas.

No hay comentarios:

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...

Busca en mis Blogs