Las diferentes formas de transmisión de la información constituyen una
cuestión importante, que se engloba dentro de la realización de un trabajo de
investigación y revisión bibliográfica, sin embargo la emisión de un juicio
medianamente anárquico y desligado de cualquier prejuicio social o político
supone una tarea difícil y laboriosa. La transmisión de información en la era
digital se realiza a través de diferentes medios y no se encuentra desligada de
la ideología política que cada canal informativo muestra o posee, a esta
cuestión hemos de añadir el valor y realidad de la información, aspectos que
desde siempre han preocupado e interesado. La cantidad y rapidez con que la
información se genera y distribuye provoca la necesidad de que el receptor se
encuentre formado, si quiere ser más o menos selectivo con aquello que le
interesa; la formación del criterio propio preocupa cada vez más, y conforme
avanza el tiempo su alcance se presenta más difícil.
La falsa inmediatez, o la falta de perspectiva histórica nos recuerdan
que estamos viviendo en la era de la cultura digital, lo que provoca la
necesidad de saber cuál es el verdadero significado de este concepto y a qué
alude concretamente. Estos y otros interrogantes relacionados con ellos podrán responderse
sin mayor dificultad dentro de un tiempo, la proximidad con la que se
desarrollan los hechos dificulta o, en ocasiones, impide que emitamos juicios
realistas y certeros. La fascinación de las nuevas tecnologías y el interés por
conocer multitud de pantallas y formas de comunicarnos provocan que el sujeto
vea menguadas sus capacidades, e incluso asista a un proceso en el cual se
atrofie.
Los recientes y múltiples medios de comunicación generan una cierta
dependencia social llegando a determinar el comportamiento y respuesta del
sujeto y la masiva difusión de la información transmitida por canales
tecnológicos y digitales, esto no debe desbordarnos; tampoco lo ha de hacer la
que utiliza formatos tradicionales que, en ocasiones, parecen haber quedado
relegados a un pasado relativamente reciente, y si cabe inmediato. Entre los
tradicionales destacamos la prensa en formato papel o la radio, medios de
comunicación que actualmente y debido a la introducción masiva de las nuevas
tecnologías están viéndose relegadas por las nuevas pantallas, tales como:
televisión, teléfonos móviles u otros más recientes como tablets, iphone o
ebook, entre otros. En la sociedad red destacan aquellos medios que permiten el
acceso a internet y que, de algún modo, proporcionan comunicación inmediata de
forma interactiva: el valor de la inmediatez impera hoy día en nuestras vidas,
la sociedad según señala Gozálvez Pérez
alberga nuevas formas de socialización y de relación virtual: la Red se
ofrece como oportunidad para el aprendizaje y como resorte para una
socialización complementaria, en la construcción de lo que podríamos llamar
ciudadanía digital.
La situación tecnológico-digital a la que asistimos provoca el desarrollo
de las relaciones interindividuales de modo diferente al conocido hasta la actualidad,
su introducción y consecuente implantación conduce al desarrollo de nuevas
formas de interacción de la ciudadanía y, por otra, supone la intromisión de
los nuevos medios provocando la existencia de una brecha entre aquellos que
pueden o tienen acceso a estos y los que no; contribuye, por una parte, a la
conformación de la denominada ciudadanía digital que puede comunicarse a
millones de kilómetros y ahonda, por otra, en las diferencias establecidas
entre los que tienen y los que no. En este punto el concepto de ciudadanía
entendido como lo planteábamos puede verse desprovisto de argumentos en tanto
que, no podemos señalar, al menos por el momento, que la ciudadanía digital
evolucione de igual modo en todos los lugares del planeta; por otra parte,
tampoco estaríamos asistiendo a un proceso de convivencia entre iguales puesto
que, desde el momento en el que unos tiene acceso a los medios digitales y
otros no, se rompe o trunca de algún modo esta pretensión y se acrecienta la
brecha social y digital tanto a nivel geográfico como económico o cultural.
Tanto la diversidad de culturas presentes en un mismo espacio como la
multitud de medios, existentes deben ir integrándose en la actual sociedad de
forma paulatina y constante, del modo más equitativo posible.
Extraído de
La educación ante las nuevas miradas: Competencia comunicativa y actitud
crítica de la ciudadanía mediática.Revista Iberoamericana de Educación
n.º 59/4 – 15/08/12
Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI-CAEU)