martes, 28 de agosto de 2012

Supuestos axiológicos en la docencia

La Axiología es definida por la Real Academia como “teoría de los valores”, por lo que el siguiente texto propone reflexiones en torno a los valores sustentados por el docente ¿Somos sujetos que compiten o que colaboran entre sí? ¿El aprendizaje de las matemáticas es un fin o un medio?



El problema de la filosofía de la educación que aborda los valores e ideales humanos hace referencia al componente axiológico, por tal razón, cuestiona acerca del para qué se educa al ser humano y los criterios éticos y morales que deben orientar el proceso de formación humana en la escuela. De esta manera, para Carr, es indispensable en la formación del estudiante estimular su curiosidad natural y facilitar sus propias indagaciones. Bachelard plantea la necesidad del concepto de formación asociado en términos de una auténtica actitud científica. Al respecto, Maturana propone la aceptación de la diversidad de ideas respetando las ideas de los otros; es decir, un vivir y un convivir humanos comprendidos y explicados desde una objetividad entre paréntesis permite vivir y convivir sabiamente, sin la pretensión que tensiona de querer dominar a otros a partir de su negación como legítimo otro.
 

Así mismo, Castoriadis afirma que el ser humano sólo existe como el producto de una institución imaginaria de la sociedad. Dicha institución requiere producir individuos a su medida y, estarán siempre regidos por un sistema particular de significancias imaginarias. Dichas significancias aportan un sentido organizador, el cual hace que los miembros de una sociedad se uniformen, asuman posiciones idénticas y sobre todo hace que el deseo sea conforme a unas relaciones de poder. Por lo tanto se requiere que cada individuo pueda producir nuevas significaciones (imaginario instituyente) que pongan en cuestión las significancias instituidas, tal como se propone desde el problema teleológico de la educación. El ser humano sabio desde esta reflexión comprende que la negación del otro es su propia negación, por eso prefiere vivir y convivir en comunidades sociales que prefieren la cooperación antes que las relaciones de poder.


De acuerdo con lo anterior, se puede inferir un complemento entre los planteamientos descritos, todo ello en términos de peldaños en la formación del sujeto, donde se establece como primera medida la formación para despertar curiosidad natural y facilitar sus propias indagaciones, un segundo momento relacionado con la formación en términos de una actitud científica, la cual es posible mediante la imaginación y la capacidad de poner en cuestión a la escuela como el lugar de una sociedad instituida, pero todo articulado desde la aceptación y reconocimiento de la diversidad de ideas. En este sentido, el proyecto de investigación asume el componente axiológico de la filosofía de la educación en el desarrollo del pensamiento matemático como eje fundamental en la formación de los educandos, específicamente desde el pensamiento espacial considerado esencial para el pensamiento científico, ya que es usado para representar y manipular información en el aprendizaje y en la resolución de problemas.


Al introducir el concepto de pensamiento matemático, se trata de mostrar la importancia del desarrollo centrado en los procesos de conceptualización de los estudiantes que los lleven a la construcción de un pensamiento ágil, flexible, con sentido y significado para su vida cotidiana, integrado en unidades complejas que le brinden autonomía intelectual, y sobre todo, que se logre la formación de un ciudadano con una cultura matemática que le permita mejorar su calidad de vida; es por ello, que la disciplina debe ser entendida como un medio para formar de manera integral al estudiante y no el fin último de la educación, entonces, es importante consolidar el proyecto de escuela como un epicentro cultural, científico, laico y humanista, que da sentido a la formación humana.





Extraído de:

LA FILOSOFÍA DE LA EDUCACIÓN, UN REFERENTE PARA EL DESARROLLO DEL PENSAMIENTO ESPACIAL Y LAS COMPETENCIAS MATEMÁTICAS
Cesar Morales Chavez Universidad de la Amazonia
Ramón Majé Floriano Universidad de la Amazonia



Publicaciones recomendadas
Calidad de la Educación, un debate ineludible
Ideología y poder
Teorías del aprendizaje

lunes, 20 de agosto de 2012

Supuestos antropológicos

Como docentes debemos hacer ejercicio de la duda, comenzando por nosotros mismos ¿Cuáles son nuestros principios antropológicos? ¿Se corresponden con nuestra conducta manifiesta? Los siguientes párrafos nos ayudan a pensar.


El problema de la filosofía de la educación que aborda el tipo de ser humano que se desea formar, se ubica en el ámbito de la antropología filosófica y, es importante, por cuanto si la educación tiene por propósito la transformación del individuo a través del conocimiento, una filosofía de la educación debe partir del ser humano. En este sentido, Carr señala como importante la búsqueda en la formación integral del sujeto; un sujeto que ha de formarse para vivir y convivir en sociedad, de esta manera, el individuo es asumido como una entidad básicamente social. Su punto de vista tiene afinidad con el planteamiento de Castoriadis, ya que para este autor el ser humano es creado por la sociedad, capaz de poner en funcionamiento su imaginario radical, esto entendido como la característica del sujeto que permite el imaginario social instituyente. Según Tapiero y García:

Se establece una ruptura del pensamiento frente a la función preestablecida; se asume la imaginación radical del sujeto; y, transforma el pensamiento en objeto de él mismo, en ese orden de ideas, el imaginario radical en la sociedad adquiere un poder instituyente y que cabe contraponer a lo ya creado, a lo ya instituido, al sentido que los seres humanos encuentran dado en una sociedad.



En otra postura, Bachelard plantea que el ser humano debe primero propender por su formación individual, esto implica liberarse, autodestruirse, emanciparse, lo cual implica básicamente la necesidad de reconstruir todo su saber, para luego emancipar a los demás; sin embargo, Maturana reconoce que el observador es una entidad biológica y, como una de las características de la objetividad con paréntesis, plantea que en el ser humano sus habilidades cognitivas como observador son fenómenos biológicos, ya que son alterados cuando su biología es alterada y desaparece con él o ella en el momento de la muerte. Resulta entonces que no es legítimo en el vivir y convivir humanos obligar a nadie con la fuerza del argumento.

Así, el proyecto de investigación asume como característica antropológica la perspectiva de educar para la transformación social y personal, ya que se pretende a través de la labor del profesor germinar en los estudiantes semillas que representan personas críticas, autónomas y creativas capaces de encarar la tarea de toma de decisiones y de responder a los retos y necesidades de su tiempo a partir del desarrollo de competencias específicas. En particular, se pretende innovar los modelos tradicionales en la enseñanza de la geometría al realizar una intervención en las prácticas pedagógicas donde los actores implicados, docente investigador y estudiantes, se convierten en protagonistas en el proceso de construcción del conocimiento, a partir del desarrollo del pensamiento espacial para contribuir al fortalecimiento de competencias matemáticas.

Desde esta perspectiva, se concibe al estudiante como un sujeto capaz de entender su realidad y transformarla. La educación tiende a la formación de conciencias críticas, donde educarse es un proceso de potenciación, capacitación y habilitación crítica de los individuos y los grupos, que pueda transformar sus formas de percibir, comprender y actuar con el mundo, logrando la autoafirmación, autonomía y responsabilidad a través del cambio social para tratar la situaciones problémicas que se le presenten en su diario vivir.





Extraído de:
LA FILOSOFÍA DE LA EDUCACIÓN, UN REFERENTE PARA EL DESARROLLO DEL PENSAMIENTO ESPACIAL Y LAS COMPETENCIAS MATEMÁTICAS
Cesar Morales Chavez Universidad de la Amazonia
Ramón Majé Floriano Universidad de la Amazonia



Publicaciones recomendadas
Calidad de la Educación: Un debate ineludible
Educación problematizadora
¿Es lo mismo “buena información” que “sobreinformación”?

martes, 14 de agosto de 2012

Gasto por alumno en la Provincia de San Luis


¿La Educación es un gasto o una inversión? El neoliberalismo afirma que es una “inversión”, por lo tanto hay que colocar los recursos donde tenga mayor rentabilidad. Sus teóricos afirman que ello sucede en la escuela primaria. Desde este blog, afirmamos que la Educación es un Derecho Humano, no una mercancía, y que hay que gastar todo lo necesario para que llegue a todos.

En el siguiente pictograma, extraído de un trabajo del CIPPEC, “100 políticas para el desarrollo”, Capítulo I “Políticas educativas de redistribución y reconocimiento”, elaborado por Axel Rivas, se muestra la “Inversión por alumno” de cada distrito argentino, y podemos sacar algunas conclusiones.

La provincia de San Luis es una de las cuatro provincias que proporcionalmente gasta menos en Educación, sus menos de $3875 son solo una pequeña parte de lo que gasta la ciudad de Buenos Aires ($9115), o comparándola con otro distrito de similares características, La Pampa ($9491). La diferencia es tan grande, que exime cualquier comentario.

El pobre gasto en Educación, por parte de la Provincia de San Luis, muestra la importancia que le asigna al sector ¿Es esto una “Buena administración”? y se traduce en acciones concretas, como bajos salarios, inexistencia de planes especiales compensatorios (ejemplo, la doble escolaridad), entre otros aspectos.

martes, 7 de agosto de 2012

Supuestos epistemológicos en Educación

Muchas veces se escucha que es necesario “Enseñar a pensar”, pero ¿Somos conscientes de nuestros principios epistemológicos? ¿Cuál es nuestra idea sobre cómo conoce el ser humano? ¿Cuáles deben ser los roles del maestro y del alumno? ¿Qué sentido tiene la investigación para el docente? Los siguientes párrafos hacen su aporte al respecto.

Según Tapiero, el componente epistemológico dentro de la filosofía de la educación aborda problemáticas en relación con la naturaleza del conocimiento, la forma como conoce el ser humano y la relación entre el investigador educativo y el objeto de conocimiento pedagógico. En esta perspectiva, Carr plantea que es necesario en la labor como profesor e investigador replantear el tipo de conocimiento y de aprendizaje que se construye en la escuela, así como los propósitos y roles que tanto el maestro como el estudiante desempeñan en dicho proceso. De esta manera, es necesario reflexionar sobre el problema de los medios, referidos a la técnica de la acción educativa, que se fundamenta en la respuesta dada a la característica antropológica.



Luego de pensar al ser humano que se desea formar, el profesor planifica una serie de estrategias y técnicas para cumplir su labor educativa; en ese sentido, Bachelard no es ajeno a los planteamientos de Carr, en cuanto reconoce la necesidad de articular todo desde la investigación. En su interrogante ¿dar y sobre todo mantener un interés vital en investigación desinteresada, no es el primer deber del educador, cualquiera sea la etapa formativa en la que se encuentra?, el autor plantea que es precisamente la auténtica formación de un espíritu científico la intención permanente en toda enseñanza, donde el profesor debe estar comprometido con esta dimensión activa y dinámica del conocimiento científico, de igual forma se debe tener la misma convicción del auténtico investigador científico en el enfrentamiento y solución de obstáculos epistemológicos. Estos se entienden como las limitaciones o impedimentos que afectan la capacidad de los individuos para construir el conocimiento real o empírico y que se le puedan presentar a él o a sus estudiantes en su proceso de formación.


De acuerdo con lo anterior, la investigación se constituye en un punto de convergencia en lo relacionado con su vinculación a los procesos de enseñanza y aprendizaje. En particular, Maturana aporta la visión desde su perspectiva de acercamiento a la realidad. En la relación observador-sujeto, este se conceptúa como una entidad biológica que desde una reflexión epistemológica sobre el ser humano en su praxis del vivir, dispone de dos caminos explicativos definidos como la objetividad sin paréntesis y la objetividad entre paréntesis. La elección de uno de ellos definirá una posición epistemológica que llevará al ser humano que la asume a construir y construirse un mundo específico.



De esta manera, si el investigador asume la objetividad sin paréntesis cuando se habla de un mundo material, este no compromete, no implica en nada al observador, sino que se trata de una existencia independiente de la vida misma de cada ser humano; es decir, esta opción exige un universo, la necesidad de un modelo válido, de una verdad única y objetiva. El segundo camino explicativo propone una diferenciación del conocer–hacer humano, una explicación que supera la dualidad objeto–sujeto; al ubicarse el ser humano en este camino explicativo la realidad no es concebida como algo trascendental, como algo universal, como algo que existe fuera independientemente de la vida humana, entonces; no hay una explicación única para todo.



Por tanto, en esta segunda perspectiva, el conocimiento es una construcción sobre cómo el mundo funciona, lo que permite a un individuo perseguir metas particulares según sus dominios explicativos de la realidad; sin embargo, Castoriadis afirma que para descubrir cómo funciona el mundo, se hace necesario, que el sujeto sea capaz, como primera medida, de reflexionar sobre su pensamiento, o sea volver sobre sí mismo y de esta manera evitar la reproducción por parte de la sociedad, de individuos cerrados, que piensan como se les ha enseñado a pensar, evalúan de la misma manera, dotan de sentido a lo que la sociedad les enseñó que tiene sentido, y para quienes estas maneras de pensar, evaluar, normar, significar, son por construcción psíquica incuestionables.





En ese sentido, la propuesta de investigación para el desarrollo del pensamiento espacial y las competencias matemáticas en el componente epistemológico de la filosofía de la educación, se enmarca en la línea de investigación en didáctica de las matemáticas que como disciplina científica, asume la problemática contemporánea en el marco de la investigación científica y de sus rupturas epistemológicas y metodológicas. Se asume que el conocimiento matemático, no es una simple representación de la realidad externa, sino el resultado de la interacción entre el sujeto que aprende y sus experiencias sensoriales. Se trata de una transformación: un objeto de conocimiento, entrando en contacto con un sujeto que aprende, viene transformado, reconstruido, gracias a los instrumentos cognitivos que este sujeto posee. Por tanto esta investigación surge a partir de la experiencia del profesor en contextos escolares y trasciende a la labor investigativa a partir del hecho de identificar una problemática clara con un único propósito, estudiar, desde la investigación didáctica, los problemas de la enseñanza y el aprendizaje de un objeto matemático concreto: los cuadriláteros, para la formación de pensamiento matemático y el desarrollo de competencias matemáticas. Lo anterior, permite entender y atender a los fundamentos de todo proyecto de enseñanza, que dirigen resoluciones fundadas en relación con el ¿qué?, ¿cómo? y ¿por qué enseñar?, las cuales se responden según la concepción política, pedagógica y epistemológica del profesor, señalando diferentes posturas frente a los saberes, vinculando la acción con estas decisiones.





Extraído de:
LA FILOSOFÍA DE LA EDUCACIÓN, UN REFERENTE PARA EL DESARROLLO DEL PENSAMIENTO ESPACIAL Y LAS COMPETENCIAS MATEMÁTICAS
Cesar Morales Chavez Universidad de la Amazonia
Ramón Majé Floriano Universidad de la Amazonia





Publicaciones recomendadas
La calidad requiere liderazgo
El aprendizaje cooperativo
Perversiones audiovisuales




Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...

Busca en mis Blogs