Un problema mencionado en los análisis de esta fase
del desempeño docente es el que se refiere al individualismo con el cual el
docente realiza su tarea. Numerosos estudios llevados a cabo sobre este
problema coinciden en señalar que éste es uno de los obstáculos más importantes
para el desarrollo de una cultura técnica común. Entre los factores que
explican este comportamiento se encuentra, sin duda, el modelo de organización
del trabajo escolar, que no estimula la discusión en equipo ni la co-responsabilidad
por los resultados y obliga al docente a enfrentar "privadamente" la
solución de los problemas que plantea su actividad. Este alto nivel de
individualismo es, en ciertos casos, asumido por los docentes como una
expresión de autonomía profesional. La autonomía, entendida como aislamiento y
reducción del ámbito profesional a la sala de clase, es un aspecto muy
importante de la cultura de los docentes, pero tiene efectos perversos muy
importantes entre los cuales pueden mencionarse, al menos, dos de los más
universales:
(i)
fortalece la idea que es posible atribuir al docente en
tanto individuo todas las demandas que se le hacen a la educación como sistema
y
(ii)
empobrece tanto las posibilidades de desarrollo
profesional del docente como los resultados de aprendizaje de los alumnos.
Los diagnósticos sobre este problema coinciden en
señalar que resulta utópico suponer que es posible reunir en una sola persona
todas las capacidades que requiere el trabajo educativo en una institución,
desde las especialidades temáticas, las exigencias de trabajo en determinadas
etapas del desarrollo de la personalidad, hasta las capacidades personales para
enfrentar los diferentes aspectos del trabajo institucional: gestión,
negociación, enseñanza, evaluación, investigación, etc. Las estrategias de
acción, se dirigen, en consecuencia, a superar la idea de el docente, en
singular, para comenzar a trabajar sobre el concepto de equipo docente.
Las reformas actuales en la gestión educativa,
tendientes a estimular la autonomía de las escuelas a través de proyectos por
establecimiento intentan, desde este punto de vista, introducir el trabajo en
equipo y la acumulación de experiencias, como una exigencia del propio diseño institucional
de las escuelas. Una de las posibles líneas de acción para el futuro se basa en
la hipótesis del ejercicio de la docencia como profesionalismo colectivo. Este
concepto, aun poco desarrollado en sus aplicaciones prácticas, intenta
responder a la naturaleza del trabajo docente que, a diferencia de las clásicas
profesiones liberales, se ejerce siempre en marcos institucionales y sólo en
casos muy especiales, en forma individual.
Un cambio de esta naturaleza tiene, sin embargo,
consecuencias importantes sobre la formación y sobre las condiciones de trabajo
de los docentes. En primer lugar, es importante reconocer que no existe un sólo
tipo de equipo. Existen diferentes tipos de equipo, y la definición de cuál
será el tipo dominante en una determinada institución es ya un paso importante
en la elaboración del proyecto institucional. En segundo lugar, el análisis y
las propuestas de trabajo en equipo se apoyan fundamentalmente en la
experiencia efectuada en instituciones privadas, donde la adhesión a ciertos
principios básicos es un requisito de entrada y donde existe la posibilidad de tomar
decisiones por parte de los líderes de la institución para garantizar la
coherencia del proyecto. Estos dos rasgos -adhesión básica y poder de decisión
- no existen en las instituciones públicas, que se orientan por principios
formales de funcionamiento burocrático. Cómo introducir en las instituciones
educativas públicas los rasgos que permiten un funcionamiento más dinámico, más
comprometido con determinados objetivos y más cooperativo desde el punto de
vista del trabajo profesional es, precisamente, uno de los problemas más importantes
que se presenta a la política educativa actual, particularmente a la
administración y a la gestión.
Pero la incorporación de la idea del equipo docente
tiene, además, implicaciones importantes sobre las condiciones de trabajo. Cómo
permitir la movilidad de los docentes si se pone el acento sobre la autonomía
institucional y si el desempeño está asociado al perfil de cada institución?
Cómo definir una política salarial por equipos y no por individuos aislados?
Estas preguntas -y seguramente muchas otras que aparecerán a medida que se
avance en el desarrollo de estrategias educativas basadas en la adecuación de
la oferta educativa a las necesidades diferenciales de la población - no tienen
respuestas únicas ni a-priori. Al respecto, será necesario aceptar que
no existe una manera única de resolver los problemas y que la elaboración de
las respuestas exigirá un cierto grado de experimentación y de evaluación de
resultados, donde las tradiciones de cada país jugarán un papel fundamental.
A pesar de esta carencia de respuestas fijas, existen
sin embargo algunas líneas de acción sobre las cuales es posible definir
políticas específicas. Una de ellas es la formación en servicio sobre la base
del establecimiento escolar. Al respecto, el debate es muy interesante y la
dicotomía no implica optar por una opción en forma exclusiva. La capacitación en
servicio ha estado tradicionalmente efectuada al margen del establecimiento
donde se desempeña el docente y destinada a satisfacer carencias de su
desempeño individual, ya sea en la asignatura especial o en el tipo de
problemas que el docente enfrenta en su clase. Los límites de esta modalidad de
capacitación en servicio han sido mostrados en diversos estudios. Apoyar los
programas de capacitación en servicio en las necesidades del establecimiento escolar,
en cambio, tiende a fortalecer el trabajo en equipo y la cultura común. Esta
alternativa para la formación en servicio no anula la posibilidad ni la
necesidad de recibir capacitación individual específica. La complementariedad
de ambas formas de capacitación es evidente y el desafío a resolver consiste,
precisamente, en su articulación.
Extraído de:
Profesionalización y Capacitación docenteJuan Carlos Tedesco
IIPE-BUENOS AIRES
SEDE REGIONAL DEL INSTITUTO INTERNACIONAL DE PLANEAMIENTO DE LA EDUCACIÓN
UNESCO
No hay comentarios:
Publicar un comentario