Es un hecho
universal que la actividad docente resulta poco atractiva para los jóvenes.
Ellos prefieren otras profesiones, y es difícil reclutar nuevos enseñantes.
En Argentina se ha
jerarquizado la formación inicial docente, y asignado una mayor cantidad de
recursos, pero la situación no parece haberse modificado ¿Cuáles son las
razones de este fenómeno? Los siguientes párrafos analizan el tema.
La primera etapa en el proceso de construcción de un
docente es el período en el cual un joven o una joven toman la decisión de
dedicarse a la enseñanza: ¿quién elige ser maestro o profesor actualmente?, ¿cuáles
son los factores que intervienen en esta decisión?, ¿qué políticas es posible
diseñar al respecto? Las respuestas a estos interrogantes indican, en primer
lugar, que la profesión docente ha perdido capacidad para atraer a los jóvenes
más talentosos y constituye, en muchos casos, una actividad transitoria en el
proceso de búsqueda de otros empleos más prestigiosos.
La importancia y las dimensiones de este fenómeno no
es la misma en todos los países. Sin embargo, existe un consenso general en
reconocer la existencia del problema y la necesidad de enfrentarlo en forma
urgente. Los maestros y profesores de, al menos, la primera mitad del siglo XXI
son los jóvenes que hoy están en los institutos de formación docente. Es ahora,
en consecuencia, cuando es preciso actuar si se quiere garantizar efectivamente
una educación de buena calidad en el próximo siglo. Los documentos regionales
preparados como base para las discusiones de la CIE son una señal de alarma que
es preciso escuchar. Todos ellos coinciden en constatar que la enseñanza es una
actividad poco atrayente desde el punto de vista social: "No muchos quieren
ser maestros. Los estudiantes más brillantes y con mejores resultados optan por
otras profesiones"; "A pesar que se han realizado muchos esfuerzos,
un número reducido de estudiantes académicamente exitosos quieren ser docentes”;
"los docentes árabes aun no gozan de un status socioeconómico que atraiga
a las personas más calificadas a la profesión docente”; "muchos
estudiantes optan por la formación docente como última opción luego de haber
intentado ingresar a la universidad”. Estudios nacionales efectuados en países
tan diferentes como Argentina, Pakistán o Perú, coinciden en señalar la
existencia de este problema. "Pakistán enfrenta enormes dificultades para
reclutar nuevos maestros y … la enseñanza atrae solamente a aquellos que no
pueden encontrar un empleo mejor.". En Argentina, "...casi el 70% de
los maestros en formación pensó en la posibilidad de seguir otros estudios
antes de cursar el profesorado (...)"la formación docente se presenta para
muchos de los actuales alumnos del profesorado como una alternativa 'de segunda';
ya sea ante el fracaso en el paso por la universidad o, directamente, ante la
imposibilidad de acceder a tales estudios superiores". En Perú, un estudio
de finales de la década pasada reveló que la docencia era una alternativa
ocupacional para los jóvenes de bajos ingresos y bajo rendimiento académico.
Los factores que explican este fenómeno son diversos.
El primero de ellos, sin duda alguna, es el deterioro salarial sufrido en las
últimas décadas. Al respecto, el informe antes citado de la OIT reconoce que
desde hace algunos años se señala en diversas regiones del mundo que el descenso
relativo de los salarios docentes produce, como una de las consecuencias más
importantes, disuadir a los mejores candidatos a entrar en la docencia o a
permanecer en ella. Pero además del salario, también actúan otros factores
sociales más complejos, entre los que se destaca la incorporación de la mujer al
conjunto del mercado de trabajo. A diferencia del pasado, cuando en muchos
países la docencia era una de las pocas oportunidades ocupacionales para la
mujer, actualmente el espectro de posibilidades es mucho más amplio y la
docencia compite con otras opciones profesionalmente más atractivas y
prestigiosas.
Los incentivos para atraer y mantener a jóvenes
talentosos en la profesión docente pueden ser muy variados y dependen de cada
contexto cultural, económico y social. Sin embargo, las discusiones sobre este
tema advierten sobre la necesidad de evitar la adopción de un enfoque
unidimensional en la definición de los criterios de reclutamiento y evaluación.
Al respecto, es preciso recordar que desde hace ya muchos años, los
especialistas en este tema recomiendan poner el acento no sólo en las
calificaciones intelectuales de los futuros docentes sino en sus características
de personalidad. Un balance de las discusiones efectuadas en los últimos
treinta años sobre este tema permitió afirmar a un especialista que es importante
introducir pruebas de selección para el ingreso a la docencia basadas en
criterios de personalidad que permitan evitar el acceso “…de personalidades
frágiles, deseosos de compensar su debilidad instaurando su dominio sobre seres
más débiles e indefensos. La necesidad de esta selección se justifica tanto por
el riesgo que corren estos sujetos de sufrir con mayor rigor las dificultades
crecientes de la profesión enseñante como por el daño psicológico que pueden
multiplicar entre sus alumnos". La importancia de las características de
personalidad aumentará en el futuro, si - como es probable - se mantienen las
demandas de formación integral que se ejercen actualmente sobre la educación.
Extraído de:
Profesionalización y Capacitación docenteJuan Carlos Tedesco
IIPE-BUENOS AIRES
SEDE REGIONAL DEL INSTITUTO INTERNACIONAL DE PLANEAMIENTO DE LA EDUCACIÓN
UNESCO
Publicaciones recomendadas
Calidad
de la Educación: Un debate ineludibleEducación problematizadora
¿Es lo mismo “buena información” que “sobreinformación”?
No hay comentarios:
Publicar un comentario