viernes, 23 de noviembre de 2012

Los docentes ¿Somos conscientes de nuestro sistema de creencias?

¿Tenemos conciencia acerca de nuestra cosmovisión, como sociedad? ¿Qué importancia tiene la “visión del mundo”? ¿Podremos hablar de “calidad educativa”, sin tener en cuenta esta forma de ser? Creo que sería importante lograr una reflexión en común de este tema, y que fuese tomado en serio por todo San Luis.

 

 

Y dijeron los Progenitores: -¿Sólo silencio e inmovilidad habrá bajo los árboles y los bejucos? Conviene que en lo sucesivo haya quien los guarde.
Popol Vuh

 
El hombre está en la tierra para cuidar de los árboles y los bejucos, según la concepción del pueblo maya, cuya cosmogonía revela el origen del hombre y de la vida, y permite comprender su cosmovisión referente a la estructura de creencias que dan sentido a la vida de las personas.

 

Se educa a partir de la cosmovisión que se posee, no sólo de un propósito educativo, la moral y los valores de la sociedad, o la interpretación de un enfoque y contenido curricular. Alentar a un alumno a hacer determinadas cosas o desalentarlo a realizar otras es un ejemplo claro de cómo la cosmovisión guía también a quienes educamos; en mi cultura, un padre diría a su hijo ante su intención de ser músico, “podrías estudiar algo que valga la pena”, mientras que en otra cultura, como la del pueblo quechua, la expresión de sentimientos e interés por la música entre sus miembros se valora de forma distinta.

 

Cuestionar a los alumnos es algo que comúnmente hace un educador, pero pocas veces se cuestiona a sí mismo la intención que guía sus acciones, por ende resulta trascendente reflexionar respecto de la cosmovisión de quien educa y del individuo que se educa, lo cual no es un asunto ocioso si se advierte que en contextos multiculturales y multilingües el choque entre cosmovisiones distintas, o incluso el intento invasivo y arrogante de imponer la cosmovisión del educador, es precisamente lo que se requiere evitar.

 

Si la cosmovisión es la estructura de creencias sobre la que se toman decisiones, se orientan las acciones y se explica lo que ocurre, el sentido de reconocer la cosmovisión del educador es advertir cuál es la concepción que tiene de educar. En la cosmovisión maya, por ejemplo, “se aprende la dignidad y la libertad espiritual; se educa con la vivencia, se enseña y se aprende a través del comportamiento; alrededor del fuego ceremonial desaparece la individualidad, emerge lo trascendente como nueva oportunidad para el desarrollo y expansión de la conciencia”.

 

Un educador como miembro de una cultura posee una concepción particular de enseñar y aprender; sin embargo, ¿tiene consciencia de las creencias que se tienen respecto del acto educativo?, ¿de sus concepciones respecto de lo que enseña, a partir de su cultura y la de los otros, a quienes enseña?

 

Ambas reflexiones son necesarias para educar. El ejercicio de introspección del educador debe llevarlo a reconocer que la inconsistencia entre las creencias de una persona y las situaciones que enfrenta generan conflicto; por ello, dicho conflicto ocurre también cuando quien enseña, o lo que se enseña, es inconsistente con la estructura de creencias para comprender el mundo.

 

Se requiere identificar lo que se considera importante enseñar y cómo se hace; un ejercicio interesante para que el educador identifique su sistema de creencias es reflexionar respecto de las frases que expresa en su discurso educativo, y con las cuales se tiene un nexo particular, una identificación plena y la empatía con los sentimientos y las emociones que le evoca.

 

Finalmente, será importante hacer prolifera la investigación respecto a las concepciones que los educadores tienen de lo que enseñan; sobre todo en contextos multiculturales y multilingües. No basta con la transmisión de una política educativa, porque incluso la interpretación los docentes la harán desde su sistema de creencias.

 

Extraído de
Perspectiva y sentido de vida
Cosmovisión y educación
Angélica Irene Hernández González
En
Alas para la equidad. Órgano informativo del Consejo Nacional de Fomento Educativo,
Año 4, No. 38, marzo-abril, 2012

 

1 comentario:

Ramón CM Giménez dijo...

La cosmovisión individual pesa en el momento de enseñar,la cosmovisión colectiva y social debe ser "moldeada" en los institutos de formación docente. Pero aun asi,se presentas cada dia y todos los días desafíos nuevos que deben ser abordados desde miradas nuevas. Creo que este punto es muchas veces olvidado o pasado "por encima" sin el análisis que se merece. Lo considero fundamental, pues es el docente el encargado de darle "vida" a toda propuesta didáctica, pedagógica o educativa.

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